UNIVERSIDAD
YACAMBÚ
VICERRECTORADO
DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO
EN GERENCIA
SEMINARIO
AVANZADO DE PENSAMIENTO GERENCIAL EMERGENTE
Autores:
Luis Wbaldino Rivas Gómez. C.I.: 21.670.722
Fausta Paola Ponce de León. C.I.: 25.188.471
Diego Antonio Marcial Alamilla.
C.I.: 19.011.134
Jonathan Jiménez Santodomingo. P.: AR973498
Ernesto Vicente Caiafa Montañez. P.: AP495912
José Ángel Ribas Meza. C.I.: 13.486.232
Profesor Dr.: José Edicio Corrales Valles
APORTES DEL PENSAMIENTO COMPLEJO Y LAS NUEVAS CIENCIAS
DEL PENSAMIENTO GERENCIAL DEL SIGLO XXI
El
pensamiento complejo
La
palabra complejidad se refiere a los problemas globales, cotidianos y actuales
que demuestran una interconexión de las diversas dimensiones de la realidad, se
consideran poco comunes, por lo que la complejidad implica una acción de
emergencia sobre los procesos, por lo tanto, requiere una estrategia de
pensamiento reflexivo, creativo, exorbitante y radical. "La propuesta del
pensamiento complejo de Edgar Morín, en el pasaje científico contemporáneo, ha
provocado, sin duda, un replanteamiento de los fundamentos mismos de la
racionalidad occidental" (Barberousse, 2008). Se hace referencia al
pensamiento complejo, cuando se trata de construir un nuevo método utilizando
como pilar, ideas complejas producto de las ciencias y el pensamiento tanto
humanista, como político y filosófico; así mismo, es un pensamiento, que frente
al contexto globalizado y a su vez fragmentado, realiza una relación y
articulación de conocimientos a través de principios y criterios.
Asimismo,
el estudio de lo complejo ha impactado en los todos los ámbitos de interacción
del ser humano, tales como en la educación, política, interpretación de la
sociedad y comprensión de las situaciones actuales de la humanidad; es un
problema de construcción del futuro y búsqueda de soluciones sobre los
problemas contemporáneos. (Montuori, 2016). En este sentido, el pensamiento
complejo se centra en la emergencia como punto de inflexión; surge, como
necesidad de los desafíos actuales y del futuro, utilizando la información y el
conocimiento como soportes para solucionar estratégicamente los problemas.
En
este mismo orden de ideas, los fundamentos teóricos del pensamiento complejo se
centran en "la teoría de la información, la cibernética, la teoría de
sistemas, el concepto de auto-organización" (Morín, 1994). La idea del
sistema complejo la tomó de la sistémica clásica, donde la complejidad surgió
como respuesta para la organización bajo la presencia de diversas interacciones
e interrelaciones; por otra parte, la cibernética contribuyó a la relación
entre la lógica interna con el entorno o ecosistema.
La
teoría de la información aborda leyes matemáticas que rigen tanto la
transmisión como el procesamiento de la información; la cibernética, introduce
un principio de bucle casual, entre los aportes de la teoría cibernética a la
gerencia, resalta la declaración de la comunicación en términos organizacionales
y el pensamiento contingente; la teoría general de los sistemas busca reglas
aplicables a cualquier ámbito. (Guzmán, 2014). Estas son solo algunas de las
teorías con base en las cuales se formuló la propuesta del pensamiento
complejo, integrándolas y otorgándoles un aspecto original. El pensamiento
complejo se funda en la distinción, conjunción e implicación, se alimenta de
nuevos conceptos, visiones, descubrimientos y reflexiones las cuales
interactúan y se comunican entre sí.
Por
otra parte, de acuerdo con Edgar Morín el creador de la teoría del pensamiento
complejo, señala que posee tres principios: el principio dialógico basado en la
asociación compleja de instancias necesarias juntas para la existencia,
funcionamiento y desarrollo de un ente organizado; el principio recursivo,
basado en que todo momento es a la vez, producto y productor, siendo el
producto productor de lo que produce, y causante y causado, siendo el efecto
causante de lo que causa; por último, el principio hologramático, el cual
considera que no solo la parte está en el todo, pues el todo, de cierta manera,
está en la parte.
Gerencia
y pensamiento complejo
Es
evidente que las organizaciones del siglo XXI han modificado su forma de
gerenciar, producto, por una parte, del crecimiento vertiginoso de la
tecnología, una mayor demanda de servicios, alta competitividad gerencial,
entre otros aspectos, ha conllevado a introducir nuevos enfoques en la búsqueda
de una gerencia flexible y adaptable a las exigencias que requieren los
entornos altamente cambiantes, llenos de incertidumbre y diversas
características tecnológicas, sociales y culturales.
En
el ámbito gerencial, el hecho de aplicar el pensamiento complejo permite un
progreso reflejado en alianzas estratégicas con otras empresas, así como
también, en enfoques como el benchmarking. Por lo tanto, el gerente debe
gestionar la organización para que todos sus integrantes cooperen en función de
sus objetivos, y será exitoso, si puede gestionar el flujo de los conflictos de
manera que se transformen en beneficios, acudiendo a métodos de negociación,
mediación, entre otro; así mismo, el gerente deberá administrar la elevada
competencia del mercado, luchando por su supervivencia (Contreras y Crespo,
2005). En tal sentido, se requiere de gerentes con pensamiento orientado a la
practicidad y al bien común, puesto que, frente a la complejidad actual, las
organizaciones deberán estar orientadas al cambio estructural de sus procesos y
funciones.
Por
consiguiente, el nuevo milenio implica estilos gerenciales diferentes, en las
que las organizaciones están obligadas a actualizar sus sistemas de pensamiento
e intervenir en diferentes disciplinas, debe entonces, formarse integralmente
para responder a los planteamientos y retos contemporáneos. Si se toma en
consideración la importancia de las organizaciones, se plantea así, la
problemática frente a la pobreza, desigualdad y diferentes situaciones que se
presentan en países especialmente de América Latina, que requieren de nuevas
matrices de pensamiento, con el fin de superar y trascender las situaciones de
hoy en día. (Larocca, s/f). Dicha formación integral - global del gerente,
implica una formación transdisciplinaria, de tal manera que se adquiera como un
paradigma que oriente sus acciones, en el marco del desarrollo a través de las
nuevas formas de conocimiento con la práctica intelectual, investigativa y
científica.
En
este mismo orden de ideas, haciendo referencia a las problemáticas de la época
actual tales como los relativos a la riqueza material, empleo, fuerza de
trabajo, gerente, el fin del trabajo valor, entre otros, implica un pensamiento
gerencial distinto a las direcciones gerenciales del último cuarto de siglo XX,
producto de esta revolución epistemológica de las sociedades postmodernas, ha
implicado un cambio completo, por lo que las organizaciones empresariales, se
han ido convirtiendo en entes intangibles, una red de información, a través de
la articulación de productores, consumidores y proveedores (Kiechel, 1994).
En
consecuencia, la relación de la complejidad y las organizaciones implica que la
gerencia responda a las exigencias que demandan las organizaciones frente a la
globalización del mercado en todos los ámbitos de la sociedad; "en la
complejidad organizacional de la nueva gerencia se hace énfasis en la
concepción de las corrientes del pensamiento complejo concebida desde el punto
de vista del recurso humano como el capital intelectual" (González, 2009).
Dicho aspecto, es tomado como una estrategia de éxito, implementado para el
proceso de competencias, las cuales son difíciles de aprender, no obstante, se
pueden desarrollar; entre ellas, resalta la capacidad del gerente para generar
decisiones con alto nivel de asertividad, demostrando habilidades de líder
democrático y función del logro de los objetivos estratégicos de la
organización.
Por
lo tanto, una gerencia con visión de pensamiento complejo, llevará a la
organización a niveles óptimos de rentabilidad, empleo, satisfacción de las
necesidades del consumidor, lo cual implica una visión del contexto interno y
externo, aspirando a un conocimiento multidimensional; por lo tanto, el
pensamiento complejo no evita el desafío, por el contrario, ayuda a conocerlo y
superarlo, es decir, utilizando una visión compleja de las situaciones.
De
esta forma, el pensamiento complejo es un camino para investigar, explorar, de
forma dinámica un fenómeno; en tal sentido, en su vinculación con la gerencia,
ésta es vista como un fenómeno complejo, la cual implica un sistema de
múltiples sujetos relacionados, que cumplen funciones dentro de una
organización; éste sistema dinámico, complejo y de conexiones en el que se
desarrollan las organizaciones, hace que el sistema gerencial deba ejercer unas
nuevas formas de comprender los escenarios, para acercarse al conocimiento y el
aprendizaje. (Chirinos, 2017)
De
esta manera, concebir la gerencia con una visión compleja, resulta vital en el
marco de los cambios sociales, tecnológicos, económicos y de cualquier índole
que generan en la sociedad; articular el pensamiento complejo con las
organizaciones, empresas e instituciones, se centra en exaltar la importancia
del personal, del ser humano, el cual representa el valor principal en toda
estructura.
En
el camino a una gerencia con el pensamiento complejo, se estima que la
modernidad ha dejado un vacío, lo cual ha requerido de un énfasis en el
principio dialógico para la evolución de las organizaciones y de los
individuos, producto de la generación constructiva de ideas; por tal motivo, es
necesario tratar de concientizar sobre la concreción de la complejidad respecto
a la gestión organizacional, de forma que su conocimiento, permita gestar una
visión más clara de la orientación que los gerentes deben realizar para
alcanzar niveles óptimos de competitividad.
Asimismo,
"la complejidad organizacional de la nueva gerencia está enmarcada dentro
de las características de un paradigma innovador" (González, 2009). Dicho
paradigma da a conocer una organización enmarcada en una gerencia proactiva,
con un gerente con conciencia del pensamiento contemporáneo; el pensamiento
complejo, implica desarrollar una cultura organizacional que fortifique el
conocimiento, buscando el orden, clarificar, jerarquizar, entre otros procesos
que implican la complejidad de una organización, afrontando el reto para
sustituir los paradigmas del siglo pasado, adoptando formas del paradigma
emergente de acuerdo a las necesidades del entorno.
Con
respecto a la gerencia venezolana, se encuentra inmersa dentro de dificultades
y cambios económicos, políticos, sociales, culturales y tecnológicos, estas
realidades implican a las gerencias tanto en el ámbito público como privado,
repensar las estrategias, prácticas, procesos y métodos empleados en el ámbito
organizacional, para transformar la cultura organizacional y el desempeño de esta.
(Borjas y Monasterio, 2012). De tal manera, esto implica un reto para la
gerencia venezolana del siglo XXI, que perciba la complejidad de los procesos;
no obstante, existen una serie de barreras que limitan el desempeño gerencial.
Asumir
la gerencia implica internalizar nociones que son inherentes al ser humano y su
coexistencia. El pensamiento complejo es un pensamiento dialógico, que busca distinguir,
pero sin desunir y religar, lo que permite la construcción del conocimiento.
(Borjas y Monasterio, 2012). En consecuencia, la complejidad organizacional de
la gerencia del siglo XXI pasa de una extremada rigidez de reglas, a la
flexibilidad; dicha complejidad trae entre sus consecuencias, la integración y
efectividad, considerando al ser humano como el responsable de las acciones y
funciones que se llevan a cabo. Por lo tanto, es necesario que, en el ámbito
gerencial, los encargados aprendan a pensar complejamente, como una metodología
de la vida cotidiana, para que, a medida en que esto ocurra, se irá llevando a
cabo por sí mismo, un verdadero cambio de paradigma.
LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA, LA ERA DE LA INFORMACIÓN, LA
SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO, LA COMPLEJIDAD Y
LAS NUEVAS CIENCIAS.
En la actualidad vivimos en un momento histórico donde la
revolución tecnológica juega un papel muy importante para la evolución del
hombre en sociedad. Dicha revolución se encuentra caracterizada por el poder y
la magnitud de las telecomunicaciones, las cuales están causando profundo
impacto en la humanidad, ya que su presencia es determinante en los diferentes
sectores que contribuyen con el desarrollo de un país. En este punto abro un
espacio de comparación con el invento de la rueda, el descubrimiento del fuego,
la revolución industrial o la llegada del hombre a la luna, entre otros eventos,
que en sus respectivas épocas también dieron un giro radical a la humanidad.
En tal sentido la revolución tecnológica se define como
un momento histórico-social en donde se generan profundos cambios con la simple
introducción de nuevos sistemas, unidades y recursos de alta tecnología que
logran impactar diferentes sectores de la sociedad, entre ellos: el científico,
la comunicación, la educación, la ecología, administración y la gerencia. Estas
últimas como disciplinas propias de este intersticio doctoral.
En el contexto gerencial, la revolución tecnológica trae
grandes perspectivas como herramienta de producción y conducción organizacional,
lo que genera constantes beneficios sociales para los trabajadores, pero al
mismo tiempo demandando mayores habilidades en cada empleado, como lo son el
desarrollo de competencias multiprofesionales, tan requeridas en estos momentos
de globalización y altos niveles de complejidad. En este punto la revolución,
en el ámbito de las ciencias gerenciales, constituye una alternativa para el
fortalecimiento de los sistemas de información por constituir un mecanismo de dirección,
control y cohesión para facilitar la acertada toma de decisiones. Entiéndase
como competencias multiprofesionales a la diversidad de conocimientos y
habilidades, tomadas de otros ámbitos profesiones, para ser aplicadas en las
nuestras. La dinámica contemporánea exige que cada profesional no solo se deba
conformar con lo aprendido solo en su disciplina. Acá la interdisciplinariedad juega
un rol protagónico.
En continuidad de lo antes planteado, los
sistemas de información facilitan un conjunto de decisiones organizacionales
dependientes de sus métodos, y a la vez son inherentes a la adquisición, creación,
transformación, manifactura, perfeccionamiento y comercialización tanto de productos
como servicios de la más alta calidad, cuyo nivel de desarrollo estriba de la
aplicación de tecnologías aplicados en sus sistemas de información.
En este
abordaje se debe señalar que dichas tecnologías dependerán de la fortaleza
financiera y características de cada empresa. En tal sentido de acuerdo con Castelells
(1996) la “La revolución de la tecnología de la información, debido a su
capacidad de penetración en todo el ámbito de la actividad humana, será un punto
de entrada para analizar la complejidad de la nueva economía, sociedad y
cultura en formación”. En este orden de ideas se está viviendo “la era o edad
de la información” donde “las fuerzas económicas del mundo se han hecho
interdependientes a escala global, introduciendo una nueva forma de relación
entre economía, Estado y sociedad en un sistema de geometría variable” (Castelells, M. 1996).
Desde
un enfoque semántico la era de la información, también conocida como la era
digital o de la informática es una etapa de la humanidad que está siendo
impulsada por vertiginosos y grandes avances en las tecnologías, la información
y la comunicación de masas donde destacan las redes sociales, la telemática, internet,
las radio, televisión y todo tipo de comunicación mediante fibra óptica o
satelital. Es fundamental expresar que a nivel epistemológico se han
desarrollado y continúan en evolución importantes teorías que dan fundamentos,
ontológicos, axiológicos y teleológicos a los principios y postulados que
actualmente fundamentan tanto a la revolución tecnológica como también a la era
de “la información y la sociedad del conocimiento”. Entre estas destacan la
Teoría de la Cibernética de Norbert Wiener (2016); la Teoría de la
interdisciplinariedad y Sistemas Complejos de García Rolando (2008); La
Sociedad de la Información de Manuel Castell (2006); la Teoría de la Conectividad de Goerge Siemens
(2006); y por último, pero no menos importante la Teoría General de los
Sistemas de Bertalanfy (1976).
Ahora bien, al disertar sobre la
Revolución Tecnológica y la Era de la información irremediablemente se está en
presencia de un nuevo horizonte epistemológico identificado como la Sociedad
del Conocimiento, en donde las nuevas epistemes se producen de manera tan
vertiginosa y abundante que son capaces de generar otras alternativas ante la producción
y distribución de la información al alcance de un “enter”. Además de lo
planteado, dicha sociedad también brinda otras
formas de organizaciones empresariales y sociedades agrupadas en redes
virtuales, las cuales permiten la creación de mercados emergentes que facilitan
la producción de economías que cambian aceleradamente. De acuerdo con lo
planteado se cita a David, P y Foray, D. (2002) quien expresa que la sociedad
del conocimiento:
… permite el
acceso a distancia a la información e incluso al conocimiento, y no sólo eso, además
permiten la transmisión de mensajes escritos y de todo lo que se puede
"digitalizar" (música, imagen), pero permiten también tener acceso a
sistemas de conocimiento sobre los que se puede actuar desde lejos
(experimentación a distancia), el aprendizaje a distancia en el marco de una
relación dinámica entre el maestro y el alumno (tele-educación) y la
posibilidad de disponer sobre la mesa de despacho de cantidades inimaginables
de datos, o sea, de una especie de biblioteca universal. (p.10)
Esta cita constituye un claro
argumento sobre la importancia que se le debe dar al tratamiento del
conocimiento en un mundo globalizado, lo cual a mi juicio hay que analizarlo
con mucho cuidado por las implicaciones que puedan tener a mediano y largo plazo.
Desde este ángulo cabría cuestionarse ¿La revolución tecnológica verdaderamente
está contribuyendo con el enriquecimiento del ser? ¿La era de la información
realmente favorece la evolución de la sociedad contemporánea? ¿La sociedad del conocimiento
cumple con su teleología ante la sociedad? Tras la búsqueda de posibles
respuestas es importante examinar “las nuevas
ciencias a la luz de la complejidad”.
En
palabras de Morín (2010) “… la conciencia de la complejidad nos hace comprender
que no podremos escapar jamás a la incertidumbre y que jamás podemos tener un
saber total” (p.01). Esta verdad ligada a la incertidumbre tiene estrecha
relación con las dinámicas presentes en el campo gerencial, ya que según González
(2009) “En la complejidad organizacional de la nueva gerencia se hace
énfasis en la concepción de las corrientes del pensamiento complejo concebida
desde el punto de vista del recurso humano como el capital intelectual, y estrategia
de éxito”, lo que a la luz de las nuevas ciencias amplían la visión del
horizonte gerencial.
Esta visión sobre las nuevas ciencias
tiene su auge con González Casanova (2004) quien desde un enfoque dialéctico y
con una visión holística e interdisciplinar, considera que los científicos de
todos los campos hacen importantes aportes cara la comprensión del mundo y en
consecuencia para la creación de nuevos conocimientos so pena de los peligros y
riesgos que estos traen con su aplicación. También expresa que “las nuevas
ciencias, de las tecnologías., de la robótica, la ingeniería molecular, las
nuevas armas bioquímicas” pueden traer grandes avances al hombre siempre y
cuando sean bien utilizadas, lo cual dependerá que las verdaderas intenciones
de quienes las posean.
En este orden de
ideas, los epistemólogos de la gerencia y los gerentes en ejercicio están
llamados a desarrollar competencias transprofesionales para la nueva dirección organizacional,
donde los miembros poseen características emocionales altamente complejas, entre
las que destacan su pensamiento holístico desarrollado en un mundo multipolar y
globalizado, donde la híper comunicación satelital, la microelectrónica, el pensamiento
cuántico, la cibernética, la biotecnología, la nanotecnología y el intra e
Internet, como parte de las nuevas ciencias, hacen más compleja la sociedad del
conocimiento y generan nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Todo esto en armonía con el mundo digital e hiper complejo el cual se encuentra
indicando el sendero y consecuentemente el futuro de la humanidad.
Para concluir se expresa
que una mirada hacia los nuevos episteme gerencial inexorablemente debe revisar
los avances sobre la revolución tecnológica, la era de la información y la
sociedad del conocimiento ya que estas pautan el momento histórico y el devenir
de la humanidad.
La Gerencia contemporánea
El
surgimiento de la gerencia se considera como una institución contemporánea
ligada a la gran empresa, Drucker (1976) observa que la gerencia es un hito
crucial en la historia de las organizaciones, elogiándola al defender el
capitalismo, por su parte Burnham (1971) comienza develando la separación entre
la propiedad y la gerencia profesional (contratada bajo un salario, a este
proceso lo llamó revolución gerencial). Por otro lado, hay quienes consideran
la gerencia un arte y de esta forma solo la experiencia que obtiene en la
organización es asumida como fuente de aprendizaje, sin embargo, la
administración, la gerencia y la historia organizacional, es una línea de
estudio, que, por ejemplo, se lleva en la escuela de administración de la
Universidad de Harvard, de esta forma el término gerencia surge a partir de
la publicación del libro de Peters y Waterman, “En Busca de
la Excelencia”, en el año 1982, a partir de esta publicación se nota la
sustitución del término gestión,
por el término
gerencia.
Puede
parecer algo simple, pero la introducción del término gerencia promueve el
desarrollo del rol protagónico que desempeña quien dirige una organización,
pues se busca la eficiencia y la eficacia, a través de varios puntos que
tocaron publicaciones de la década de los ochenta, tales como la definición del
cargo de gerente, el ajuste de los pensum de estudios en las universidades, así
como tambien la importancia que se le otorga a la gerencia como forma para
resolver los problemas sociales, lo que desarrollado una nueva cultura, así lo
planteaban Savater (1998) y Camps (1999) afirmando la idea de que la gerencia es pragmática y
utilitarista.
En
nuestra época escuchamos mucho sobre el pensamiento complejo aunado a la teoría
de las organizaciones, se insiste en los planteamientos de Kuhn, T. (1993) en cuanto a como una revolución
científica avanza en el momento en que los postulados de una ciencia son cuestionados
y se ven emerger nuevos postulados, en ese sentido, la generalidad de las
organizaciones está representada por lo incierto y el caos, estas
características nos acercan al pensamiento de Morin (1990), quien asevera que
el pensamiento complejo concibe que los cambios fomentan la creatividad,
reconcilian el pasado con el presente, pretende diseñar estrategias que guíen
sobre aquello irreversible, aleatorio y cualitativo.
En
ese mismo orden de ideas, la gerencia contemporánea requiere al igual que el
pensamiento complejo del conocimiento global y transdisciplinario, Serieyx (1994),
en ese mismo sentido plantea que para dirigir eficientemente una organización
el gerente debe desarrollar la capacidad de una “visión compleja”, es decir,
tomar en cuenta los factores de intereses tanto de la organización como de su
talento humano, para que estos sean complementarios, la renovación permanente
de la organización, la integración sistémica que permita el surgimiento de la
organización inteligente.
Por
tanto la actitud del gerente contemporáneo ha cambiado, en la actualidad el
gerente contemporáneo sostiene una visión de liderazgo más práctica que en
épocas anteriores, para ello se sitúa en el centro de la empresa a fin de
observar en forma circular todos los proceso y a todas las personas, el gerente
actual evita mirar desde arriba, entendiendo que el éxito de la organización es
la colaboración de todas las personas que la conforman, para ello debe procurar
fortalecer la flexibilidad organizacional, experimentar, mirar tanto el
contexto interno como el externo, hacer escenarios prospectivos, preparando la
organización para cualquier escenario posible, desarrollar características de
creatividad, innovación, negociación, empatía, motivación, con el fin de lograr
estar abierto a la participación y argumentación de ideas de sus colaboradores.
La Gerencia Pública
Las
organizaciones del sector público tienen la responsabilidad de llevar a cabo
las políticas públicas mediante la utilización del presupuesto público de modo
de mantener la estructura del Estado y todas las diversas actividades que este
debe garantizar: seguridad, salud, educación, asuntos penitenciarios, entre
otros, todas estas actividades funcionan dentro de la burocracia del Estado a
cargo de “funcionarios” quienes en cargos de dirección cumplen las funciones de
la gerencia, de ellos se espera igualmente que de los gerentes de
organizaciones públicas eficiencia y eficacia, así como la modernización de sus
entes a fin de generar calidad de vida para la población en general.
De
esta manera, asevera Guerrero (2009), que “La
ciencia de la administración pública ha sido una disciplina fundamentalmente
aplicada. El problema por definir es a qué se debe aplicar: antes lo era a los
problemas de la sociedad, ahora a los problemas de la organización
administrativa. Ha de aplicarse, antes que nada, a los problemas de la sociedad
porque tal es su objeto y razón de ser, y de cuyo éxito dependerá su aplicación
secundaria a los problemas de la organización administrativa”. De tal
afirmación se desprende que existe un campo de investigación sobre la gerencia
pública en el area de las ciencias sociales que involucra la relación Estado –
sociedad.
En ese
orden de ideas, el estudio de la gerencia pública, según Hayek (1985) implica
acercarse al estudio de estas relaciones por medio de la contrastación de lo
que él llama “orden creado”, el cual define como un orden social dirigido o
exógeno, versus el “orden espontaneo” que considera autógeno o endógeno. Todo
este entramado organizacional que representa la gerencia pública implica hacer
uso del pensamiento complejo para estudiarla por tan heterogénea y diversa.
Por su
parte, el gerente que se dedica a la administración pública ha de ser formado
para realizar su trabajo con eficiencia y eficacia, colocando los intereses de
la nación y el bienestar de sus ciudadanos por encima de cualquier otro
interés, eso requiere que profese valores humanistas, que sea capaz de
armonizar la participación de las organizaciones públicas, privadas y la
sociedad civil a fin de afrontar los desafíos globales.
La Gerencia Social
El
siglo XXI se caracteriza porque las acciones globales tienen consecuencias
sistémicas, las acciones de todos y cada uno tienen repercusiones a nivel
global, y de allí nace la responsabilidad de actuar con ética por aquello que
tal vez consideremos lejano y abstracto, esta responsabilidad que emerge en la
era de la tecnociencia es individual, social y global, pues los riesgos de las
decisiones impactan en un inmenso entramado de estructuras que pueden generar
grandes caos y crisis tales como las burbujas económicas, las crisis
financiera, los desastres ecológicos entre otras.
En
consecuencia, de lo antes expuesto, surge la gerencia social, la misma está
basada, según afirma Bastardo (2016), “en valores humanos y centrada en el
colectivismo”, posicionándose con un enfoque epistemológico de la
transdisciplinariedad y el pensamiento complejo, de manera de apoyar a las
organizaciones para enfrentar la realidad actual en la que se desenvuelven que
son caracterizadas por la incertidumbre la multidimensionalidad,
multirreferencialidad e interactividad.
Aunado
a lo planteado, la gerencia social se interesa por mejorar la calidad de vida
mediante el compromiso social, por ello autores como Larocca (2012), plantea
que el estilo gerencial en la actualidad, en el cual la complejidad y la
transdisciplinariedad son el enfoque predominante, es la gerencia con conciencia
social, asimismo introduce el concepto de capital social, por lo cual los
actores protagónicos y diferenciados son la población, las instituciones y los
recursos no tradicionales: los valores éticos, asociatividad, fraternidad,
confianza y conciencia cívica, por lo que la rentabilidad es un elemento
intangible, en otras palabras, la gerencia social eficiente y eficaz pretende
reconciliar en su trabajo la generación de rentabilidad y mientras cuida y
respeta el capital social.
Para
concluir, Larocca (2012) citado por Bastardo (2016) diferencia entre estos tres
tipos de gerencia de esta forma: “la gerencia contemporánea, que prioriza las
capacidades de liderazgo y las consolida como un rasgo diferenciador al perfil
del gerente; la gerencia pública, que identifica las atribuciones y
responsabilidades de quien la lidera asumiendo políticas públicas que implican
el contexto económico inherente a la sociedad y sus ciudadanos; y gerencia
social, que prioriza el desarrollo del capital social en la búsqueda de
resultados significativos en el contexto social, por lo que interviene una
diversidad de actores sociales con características diferenciadoras agregando a
este tipo de gestión un grado de complejidad”.
El gerente y el
emprendimiento
Estando
inmersos en la sociedad del conocimiento, de la información y de la producción,
tenemos que son innumerables y desafiantes los obstáculos que tiene que
afrontar el gerente, el CEO (Chief Executive Officer) , o administrador, en las diferentes
instituciones lo cual implica un desafío constante a las personas con el más
alto cargo y responsabilidad en las
organizaciones que regentan, pues su
praxis administrativa implica altas dosis de imaginación, creatividad, emprendimiento y puesta en marcha de sus
talentos empresariales.
Lilla Hortoványi, en
documento recuperado en http://mek.oszk.hu/11400/11406/11406.pdf en su proemio podemos visualizar lo
siguiente:
Managers are constantly advised to
behave like entrepreneurs, be opportunity driven, and experiment with products,
services, processes, and business models. This pressure got more intense as the
economy has become more competitive, more entrepreneurial, more demanding.
Entrepreneurial Management seeks to uncover the processes of entrepreneurial
activity from the cross-section of “individual” and “process” studies. It seeks
to understand the ways in which entrepreneurial managers both respond to and
shape the context in which they operate. Finally, it seeks to provide answer to
the question of what professional managers can adopt from entrepreneurial
behavior?
Aquí se corrobora lo anterior
donde no solo es conocer sobre la idea de negocio, sobre el proceso
administrativo, el ciclo PDCA
(Plan-Do-Check- Act), elaboraciones de planes de negocios, de planes de mercadeo, comunicaciones institucionales sino que se
exige crear oportunidades, ser más
competitivos, innovar y emprender pues
el gerente debe ser capaz de crear las condiciones de sus contextos para seguir
brindando la estabilidad y crecimiento de la organización que lidera, conociendo modelos, teorías que coadyuven a
sus procesos dentro de las economías globales emprender con sus productos o
procesos en una sociedad que tienen complejas relaciones reticulares
empresariales con teorías todavía en boga, como Administración por
objetivos, teoría Z, Teoría L, Total Qualita calidad (Teoría de la
calidad total), Reigeniery, Benchmarking,
Kaizen, Kanba, Lean Manufacturing
(Aplicado en la Toyota), Just at time, 5s, 6 sigma (6σ) , teoría de las
restricciones (throughput) , empowerment, Joint venture, Outsourcing u
couching.
Dentro de la gestión empresarial se pueden observar medidas de orientación, por lo cual se trae a colación Lilla Hortoványi (2009): Measures of entrepreneurial
orientation. As mentioned in the introduction, the
vast majority of scholars agree with the
view that the degree of CE can be measured by three dimensions: innovate
- veness, proactiveness and risk -taking, as mentioned in the introduction
(Knight, 1997; Covin & Slevin, 1991; Miller & Friesen, 1983). However so
me authors, such as Lumpkin and Dess (1996) argue that five dimensions, not
three should be used to measure entrepreneurship; namely autonomy,competitive
aggres-siveness, proactiveness, innovativeness and risk - taking. In contrast
with their views, Morris et al. (2006) critiqued the inclusion of competitive
aggressiveness as a separate dimension, because in its content, competitive
aggressiveness largely overlaps if not part of proactiveness. Following the
suggestion of Kreiser et al, (2002) present study includes growth orientation
as the fifth, independent measurement of entrepreneurial management.
En este acápite es necesario tener en cuenta estas cinco
dimensiones de autonomía, competitividad, agresividad empresarial,
proactividad, innovación y toma de riesgo. Lo cual deben ser características
inherentes del gerente emprendedor. Aquí
el entrepreneur debe tener de actuar autónomamente, teniendo en cuenta la competencia y qué
variables dinámicas se están presentando en el entorno en el cual se
desenvuelve el quehacer organizacional de su empresa; se debe estar al tanto de
los adelantos técnicos- tecnológicos-científicos no solo en el campo de
herramientas informáticas, sino telemáticas y de softwares computacionales que
faciliten la labor de emprendimiento, sistematización, tratamientos de Big Data, Sistemas Expertos, para innovar en nuevos
productos, servicios y mejora continua
de los procesos. Al ser proactivo se
tendría una visión prospectiva de los avances que rodean las empresas, las
variables exógenas y endógenas que pueden afectarlas a nivel micro y macro para
tomar acciones anticipadas a minimizar posibles hechos positivos o negativos,
buscando nuevas oportunidades,
identificando amenazas, haciendo uso de sus fortalezas para minimizar sus debilidades, por último la toma de riesgo es una
característica del emprendedor porque a pesar de las incertidumbres que se presentan en muchos
contextos, se tiene que asumir con
actitud, análisis, y gestión las acciones y e solventando los problemas que se
pueden ir presentando.
El emprendimiento exige un cambio en los paradigmas lo cual es
una necesidad imperiosa en esta sociedad que se basa en la gestión del
conocimiento y donde se requiere producción y utilización de materiales y
productos novedosos, que se agilicen y mejoren con la aplicación de nuevas
tecnologías, biotecnologías, microelectrónica, robótica e inteligencia artificial
trabajos en redes en nuevas webs y con la aplicación del internet de las cosas.
El gerente
del voluntariado
Dentro de su accionar el gerente del voluntariado tiene que
manejar los aspectos de relaciones institucionales con él ámbito donde confluye
su accionar, donde sean unas políticas de gana , tanto el área de influencia pues de allí es
donde las organizaciones obtienen sus beneficios y es apenas lógico que esto
también redunden en un bienestar del cliente interno, externo, proveedores y
comunidad adyacentes.
Es así como en los cuadernos de RSO. Vol. 4, https://ucu.edu.uy/sites/default/files/facultad/fce/rso/cuadernos-rso-vol4-n1-yapor.pdf
el voluntariado corporativo como herramienta de gestión de la cultura
organizacional de RSE (Responsabilidad
Social Empresarial): “se lo puede entender como el “conjunto de actividades
promovidas y facilitadas por la empresa con el fin de crear y sostener –
brindando recursos económicos, humanos y tecnológicos – un canal de
participación de los empleados para que, en calidad de voluntarios, brinden su
tiempo, capacidades y talentos a diferentes organizaciones sociales” (Fundación
Compromiso, 2008:5).
La empresa coloca a disposición de sus diversos programas los
recursos económicos, tecnológicos y lo más importante el talento humano en su
voluntariado a las diferentes organizaciones sociales, por ese impacto que tiene
el quehacer organizacional. Este es una vocación solidaria con los demás en un
sentimiento empático para contribuir a mejores condiciones de las personas que
están en la empresa, con elevar sus niveles sociales, económicos, de felicidad,
de fomentar círculos de empleados, de pensionados o jubilados que todavía
pueden colocar a su disposición su experiencia de vida, su profesionalismo al
servicio de la humanidad.
La
Interdisciplinariedad
Se conoce por Interdisciplina la forma de organización de los
conocimientos, donde los métodos que han sido utilizados con éxito dentro de
una disciplina, se transfieren a otra, introduciéndolos en ella sobre la base
de una justificación, que pretende siempre una ampliación de los
descubrimientos posibles o la fundamentación de estos. Como resultados, se
puede obtener una ampliación y cambio en el método transferido, o incluso un
cambio disciplinario total, cuando se genera una disciplina nueva, con carácter
mixto, como es el caso de la terapia familiar, que toma métodos de la
antropología, la psicología, la sociología y los aplica a la familia. Otro
tanto ocurre, aunque con una estructuración formal diferente, en ciencias como
la bioquímica, y otras cercanas a los dominios tecnológicos, la robótica, y
campos aplicados (Morin, 2012).
Así enfrentamos un
problema en la actualidad que, tras varios siglos de hegemonía, nos coloca
frente a una crisis de crecimiento: la construcción disciplinaria del
conocimiento ligada a formas culturales que tienen rango de cosmovisión. Esto
significa que a partir de las “miradas” de autores y escuelas se establecieron
dogmas y doctrinas; por lo tanto, nos legaron una noción teórica muy difundida
acerca del surgimiento de las disciplinas científicas. Así entonces, nos
enfrentamos al proceso de separación y delimitación de objetos de estudio en
disciplinas como la física, la química, la biología, y el conocimiento social.
La transdisciplina no renuncia ni rechaza las disciplinas. Solo
las tergiversaciones lo hacen. Basarab Nicolescu ha explicado que disciplina,
Interdisciplina, Pluridisciplina y Transdisciplina son todas como flechas de un
mismo arco, el arco del conocimiento Humano.
Con la transdisciplina se aspira a un conocimiento relacional,
complejo, que nunca será acabado, pero aspira al diálogo y la revisión
permanentes. Tal vez este último principio de deba en gran medida a que
conocemos con nuestros órganos de los sentidos, a nuestra percepción. Como
señala Von Foerster no existe un único punto de vista (disciplina), sino
múltiples visiones de un mismo objeto, la realidad entonces puede ser vista
como un prisma de múltiples caras o niveles de realidad. La transdisciplina no
elimina a las disciplinas lo que elimina es esa verdad que dice que el
conocimiento disciplinario es totalizador, cambia el enfoque disciplinario por
uno que lo atraviesa, el transdisciplinario.
Corresponde a Basarab Nicolescu una comprensión de la
transdisciplina que enfatiza el “ir más allá” de las disciplinas,
trascenderlas. La Transdisciplina concierne entonces a una indagación que a la
vez se realice entre las disciplinas, las atraviese, -el a través de-, y
continúe más allá de ellas. Su meta ha cambiado, ya no se circunscribe a la
disciplina, sino que intenta una comprensión del mundo bajo los imperativos de
la unidad del conocimiento.
¿Percibimos quizás que el conocimiento disciplinario tiende a
acotarse reiterativamente sobre los bordos de sus objetos y métodos de estudio,
sobre los alcances de su perspectiva específica de intereses y escuelas de
pensamiento?
En este escenario citar a Nicolescu (2002) nos recuerda que la
necesidad de coherencia y orden interno del hacer disciplinario se expresa en
la auto-exigencia imperativa de aplicación de la lógica aristotélica; sin
embargo quizás muchos hemos sentido que este esquema “hace agua”
constantemente, al encontrarse con las contradicciones y errores que son parte
esencial de la realidad y la complejidad, la cual vive en cada rincón del mundo
real (Morin y Kern 1999). Tanto Basarab Nicolescu como Edgar Morin, enfatizan
que estas dificultades se derivan, de forma esencial, de la falta de atención e
interés a la vigilia o autoconocimiento de lo que estamos siendo como sujetos
del conocer, de ir más allá de la reactividad de nuestras identificaciones con
patrones de ideas y/o estructuras emocionales-corporales que controlan, de
forma no-consciente, mi ser.
Mas allá de las disciplinas, el desafío de la ciencia posmoderna
Dentro de la Metodología Transdisciplinaria, Basarab Nicolescu
aborda de frente algunas de las raíces fundamentales de la actual problemática
civilizatoria que como humanidad tenemos en torno al conocimiento. En
particular dentro del nivel de lo lógico, atiende la problemática del tercero
excluido: no puede haber un tercer término T, que sea igual a A y no-A al mismo
tiempo. Al aplicar su noción de niveles de realidad a la lógica del tercero
incluido de Lupasco, explica que el término T sí puede existir siendo igual a A
y no-A, tan sólo hay que tomar consciencia de que T existe en otro nivel de
realidad y está ligado lógicamente a A y no-A. Esto es ya mucho para la ciencia
convencional, por lo que los académicos de la lógica establecida repudian este
comportamiento “poco serio” de Basarab Nicolescu. Esta propuesta implica una
invitación e impulso movilizador a la apertura para reconocer, explorar y
vincular distintos niveles de realidad en nuestro estar y conocer el mundo.
Siguiendo la propuesta de Basarab Nicolescu, y paralelamente a lo que Edgar
Morin nos plantea, por ejemplo, en su hermoso libro Mis demonios (Morin 1995),
esta exploración, sólo puede ocurrir desde el auto-conocimiento delicado y
corporal de mis niveles de percepción (Nicolescu 2002), o de reconocer desde la
experiencia mi estar presente en el complexus del conocer (Morin 1999). A mi
entender esta dimensión es una de las facetas más deseables y extraordinarias
de la metodología transdisciplinaria de Basarab Nicolescu y que el pensamiento
complejo de Edgar Morin explora también de forma magistral.
Entiendo que ya que Basarab Nicolescu ha estado tratando de
construir una metodología alterna “respetable” a aquella del
positivismo-reduccionismo (Nicolescu 2002), y que esta última es una especie de
imperio absoluto en la academia, sea él muy prudente al no introducir aspectos
excesivamente “extraños” a las costumbres mentales del pensamiento moderno, y
que quizás esta actitud conservadora busca ganar un estatus de credibilidad
apropiado para poder “competir” con las normas dominantes. Sin embargo, creo
que, en Latinoamérica, tierra de esperanza para la ciencia por nuestra
tradición crítica y alternativa al estatus eurocéntrico dominante, podemos
mirar más allá buscando de forma más libre, alternativas sin compromisos con
aquello que nos resulta absolutamente evidente que hace agua por todos lados.
El rescate y revaloración de nuestras “epistemologías del sur” resulta vital en
estos tiempos, sobre todo a la luz de nuestro abierto reconocimiento de la
total inviabilidad de la propuesta civilizatoria de la modernidad-globalización
y del positivismo-racionalismo-reduccionismo (de Sousa Santos 2014, Leff 1998,
Medina 2006).
Quiero clarificar con todo detalle de forma crítica un aspecto
que aquí está implícito tanto en la Metodología Transdisciplinaria, como en el
Pensamiento Complejo: que la herramienta más adecuada y poderosa que podemos
aplicar para explorar los detalles de un objeto o proceso “de estudio” dentro
de un mismo nivel de realidad, es mediante la actividad investigativa de las
disciplinas académicas del conocimiento (si bien iluminadas desde una actitud
transdisciplinaria y/o compleja). A la luz de lo que ya dije anteriormente,
esto implica que dentro de un mismo nivel de realidad y salvando la “sanidad
mental” de lo disciplinario y del racionalismo lógico, no se deben aceptar las
contradicciones (A=no-A) en nuestro investigar disciplinar. Esta regla
universal es el ejemplo de la premisa mayúscula de “sanidad lógica” del sistema
de pensamiento moderno, pero que se desgrana en una serie de reglas y
costumbres “aceptables” del pensar racional y académico.
Es así como la visión y el conocimiento transdisciplinario
pueden ser vistos como un complemento a la visión disciplinaria, ya que
mientras esta última tiene su validez en los límites de un nivel de realidad,
la transdisciplinariedad posibilita al conocimiento del ser humano abordar la
unidad multi-niveles de realidad del cosmos y la vida (entiendo cosmos como el
mundo, como la totalidad en la que existe nuestro planeta, la cultura, el
cielo, el ser, entre otros). Esta posibilidad que abre la actitud transdisciplinaria
tiene lugar a la luz de una metodología que no le huye al tercero incluido en
los procesos del mundo real, procesos que ocurren en múltiples niveles de
realidad conectada y simultáneamente. Consecuentemente, la actitud
transdisciplinaria no se plantea suplantar al conocimiento
específico-disciplinario, sino que aspira, complementariamente desde el cuidado
(Boff, 2002) de un mundo esencialmente complejo, atender el sinnúmero de
pendientes que ha dejado el conocimiento científico moderno
super-especializado, tales como lo ético, el diálogo multi e interdisciplinario
y de saberes, la visión sistémica-holística, la sustentabilidad, la justicia sociocultural.
Creo que resulta claro en estos momentos, que como humanidad y como Planeta
Tierra, requerimos de forma dramática este tipo de conocimiento humanizado, tal
como lo expresa Leonardo Boff en el título de su libro “Ecología: Grito de la
tierra, grito de los pobres” (Boff 1996).
El papel de
la responsabilidad social empresarial
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es el: “Hacer
negocios basados en principios ético y apegados a la ley. La empresa (no el
empresario) tiene un rol ante la sociedad, ante el entorno en el cual opera. La
decisión de hacer estos negocios rentables, de forma ética y basados en la
legalidad es realmente estratégico, ya que con esto se generará: a) mayor
productividad, esto a través de mejores condiciones para el cliente interno que
conduce a mejor retención de talentos y por ende menores índices de rotación; b)
lealtad del cliente, satisfaciendo sus necesidades, empezando por proveerle un
lugar donde pueda transmitir sus necesidades y quejas. Además de calidad y
precio, los clientes empiezan a demandar información de las condiciones de
producción, las certificaciones que tiene el producto, entre otras; c) acceso a
mercados: por cumplimiento de estándares y certificaciones exigidas por actores
externos, incluyendo consumidores; d) credibilidad: la empresa que es
respetuosa de las personas, comunidades, medio ambiente y la sociedad en su
conjunto proyecta una reputación que le garantiza mayor sostenibilidad en el
tiempo, reduciendo riesgos, anticipándose a situaciones que pueden afectar la
empresa, mayor agilidad para reaccionar y adaptarse y generando confianza.
De otra manera podemos decir que la RSE facilita la
identificación y constitución de conglomerados (“clusters”), pues este modelo
busca la forma que la empresa pueda mejorar su relación con su cliente y con su
proveedor, buscando constituir cadenas productivas socialmente responsables,
para que se pueda hablar de un producto o un servicio socialmente responsable,
asimismo, ampliando el círculo de influencia de la empresa, esta deberá actuar
buscando generar una vinculación con los planes de comunidad, los planes
municipales, los planes departamentales, y finalmente los planes de nación.
La gerencia
de la información y la comunicación el reto para el siglo XXI
En el nuevo contexto de la globalización y de una creciente
competitividad, es indispensable para las empresas desarrollar nuevas ideas y
adaptar sus estrategias empresariales para aprovechar las oportunidades de
negocios que se presentan en el mercado y garantizar su éxito sostenido
(Hirscha, Almaraz & Ríos, 2015). Los avances tecnológicos y especialmente
los enmarcados en el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones (TIC), han brindado diversas herramientas que le han permitido a
la gerencia estratégica realizar un mejor rol, entre las que se encuentran los
sistemas de información integrados, la minería de datos y los sistemas
inteligentes; de esta manera, no se puede desconocer su importancia a la hora
de definir el direccionamiento futuro de las organizaciones (Aguilera &
Riascos, 2009). El creciente uso de las TIC en la última década está
revolucionando la sociedad, introduciendo profundos cambios en la forma en que
se establecen las relaciones de tipo económico y empresarial (Gonzálvez, Soto,
Trigo, Molina & Varajão, 2010).
Existen diferentes metodologías, procedimientos y modelos que
plantean caminos para que esto sea concretado por las organizaciones, pero
desde el punto de vista de aquellos que en las entidades tienen que aplicarlos,
en muchos casos los perciben como esquemas teóricos y no son interiorizados, ni
mucho menos aplicados, salvo en algunos casos aislados y generalmente como
resultado de ejercicios de índole científico-académica. Se define entonces la
gestión de información como aquel proceso que se encarga de gestionar la
información necesaria para la toma de decisiones y un mejor funcionamiento de
los procesos, productos y servicios de la organización. (Ajá Quiroga, 2002). Otras
de las definiciones se centran en que “la gestión de la información es el
proceso de analizar y utilizar la información que se ha recabado y registrado
para permitir a los administradores (de todos los niveles) tomar decisiones
documentadas” (Edwards, C.; Ward, J.; Bytheway, A., 1991).
Con la nueva demanda informativa en las empresas, se requieren
nuevas formas de gestionar la información y el conocimiento que realmente
aporten ventajas competitivas sobre el resto de las empresas. Por lo tanto, la
gestión de la información implica, en primer lugar, determinar la información
que se precisa, en segundo término, recoger y analizar la información, un
tercer momento que se ocupe de registrarla y recuperarla cuando sea necesaria, y
por último, utilizarla y divulgarla.
La Gestión de la Información debe además hacer que las personas
adecuadas se involucren en el proceso de creación, proporcionar herramientas de
uso sencillo, eliminar la duplicación de la información, asegurar que esta es
correcta y actual, compartirla a través de las propiedades web y aprovechar los
sitios existentes para su reutilización, estos fundamentalmente, son algunos de
los retos a los que se enfrentan las empresas en la Gestión de la Información
empresarial.
(Edwards, C.; Ward, J.; Bytheway, A., 1991) en el libro
Fundamentos de Sistemas de Información., en síntesis, presenta el enfoque
siguiente: La estrategia de las Tecnologías de Información dentro de la
organización debe estar basada en las necesidades del negocio. Dicha estrategia
debe dar prioridad a la demanda de acuerdo con las necesidades planteadas, y
luego asegurar que se gestiona la oferta de recursos y de tecnología de la
mejor forma posible para satisfacer la demanda. La implantación de un proceso
de planificación de las Tecnologías de la Información, impulsado por una
permanente orientación hacia el negocio, debe ser recurrente, y actualizado
continuamente, de acuerdo con la evolución de la organización.
Es importante tener en cuenta que dada la extensión del uso y
avances tecnológicos para el procesamiento almacenamiento y comunicación de la
información, cada vez es más difícil alcanzar ventajas competitivas a partir
del uso de estos recursos, lo cual ya constituye, más que una ventaja
estratégica, una necesidad estratégica.
Gestión del
conocimiento
En administración de personal, la gestión del conocimiento se
caracteriza por carecer de sustancia física, susceptible a valoración
económica, este surge después de la revolución industrial, cuando se instaura
la era del conocimiento, esta surgió después de la era Tayloriana, luego de los
llamado Blue Collar o trabajadores de
cuello blanco, nace una nueva serie de trabajadores llamado White Collar, o
trabajador de cuello blanco, que se caracteriza por pensar porque es valioso
por su aportes del conocimiento intelectual a la organización, y surge como un
capital intelectual, es decir si en la época de Taylor a principios del siglo
XX en plena administración científica se caracterizó por que el producto era el
protagonista, esta nueva clase de trabajador que se aplica en la gestión del
conocimiento se caracteriza por que las personas son el factor diferenciador,
importante para las organizaciones en una nueva economía, es decir ya las
organizaciones no solo cuentan con los
factores tangibles de los bienes muebles e inmuebles con los que cuenta, sino
que los factores intrínsicos e intangibles pasan a ser un valor para la
organización, ya que estas invierten en los seres humanos en capacitación,
entrenamiento y cuya experiencia es un factor importante.
En tal sentido, se tiene que se tiene que para el autor López C
de la universidad de Navarra establece en su tesis doctoral sobre Gestión del
conocimiento en las empresas latinoamericanas, que “La gestión del conocimiento
consiste en administrar activos no tangibles como el aprendizaje individual y
organizacional, las patentes y la innovación permanente” (2014).
El conocimiento es una capacidad humana personal como la
inteligencia, se puede adquirir a través de la experiencia vivida mediante la
percepción de nuestros sentidos, es decir mediante la interacción humana con
los elementos que pueden transmitir conocimiento como un libro, un viaje, la
escuela, los amigos, los padres, capacitación entre otros.
Por otra parte, se tiene que aunque desde el punto de vista
teórico la gestión del conocimiento toma al ser humano como un factor
diferenciador dentro de las instituciones, por su conocimiento creatividad,
experiencia, a dicho factor diferenciador se debe captar en ves de reclutar,
gestionar y desarrollar, ya que las personas se ocupan del servicio , el
servicio se debe ocupar de los clientes, los clientes se ocupan de las
ganancias , las ganancias se ocupan de las inversiones, las inversiones se
ocupan del crecimiento y furo de la
organización.
El enfoque
Holístico
Casi a finales del siglo XX cuando aparecen los enfoque del
gerenciamiento sistémico propuesto por el Dr. Israelí Eli Goldra con la teoría de restricciones
aplicadas a las organizaciones, este nuevo enfoque gerencial sostiene que en e
flujo de proceso tanto de la información como de los materiales en una
organización deben ser considerado de forma sistema o general englobando todo y
cada aspecto tomando en consideración las factores que puedan crear
obstrucciones en el sistema según la capacidad instalada. Es decir, que en el
plano de la gerencia y de las organizaciones, la holística exige que la
concepción de la misma sea amplia, abierta, dinámica e interactiva, teniendo
siempre posibilidades de apertura y de desarrollo hacia diversos contextos,
como bien lo expresan las diversas características y exigencias que las
distintas organizaciones están en cierta manera obligadas a aplicar para garantizar
su sobrevivencia.
Por otra parte, se tiene que así como a finales del siglo XX las
nuevos modelos gerenciales como el de la teoría de restricciones aún siguen
estando vigente, los nuevos tiempos del nuevo siglo en el cual se transita,
ameritan una educación más expedita, ajustada a los cambios de la sociedad
denominada de la información o del conocimiento, para ello, es necesario ir
revisando todo lo que se viene implementando, ajustarlo a esos cambios de la
realidad social que vive el país, así como los planes y proyectos que ese mismo
cambio propone y califica como prioritarios, cónsonos con los pensamientos y
los nuevos paradigmas de la interrelación tanto social, cultural, económica,
como del plan país al cual nos estamos integrando.
Más cuando se trata del área de las organizaciones industriales
y comunicacionales, donde ésta, es un elemento primordial de relación entre los
actores de la sociedad, el cual cumple un papel preponderante, convirtiéndose
en la columna vertebral de todos los procesos donde esté presente la acción del
ser humano. Debido al auge que ha tomado la comunicación y su trascendencia en
todos los órdenes cotidianos de hombres y mujeres contemporáneos, el transcurso
del siglo XX se establece la necesidad de investigaciones de esta variable y en
este siglo XXI, se observa que los estudios sobre gerenciamiento de la
información y su enfoque holístico se siguen incrementándose según los
requerimientos de las sociedades, específicamente desde las variables.
Estos estudios se convierten en un continuo abordaje de cómo se
puede lograr un mejor vivir, unas más sanas relaciones, una comprensión y un
diálogo mucho más fructífero para conseguir eficientes y eficaces resultados
dentro de la organización, con base a la unión de todos y la comprensión
integral de las buenas relaciones humanas. Al respecto el investigador Cisnero
B, en su publicación digital de la revista “Educación y Salud” (2011),
establece que:
Gerencia holística, es un proceso integral o global aplicado por
un gerente o líder creativo para conducir o dirigir de manera eficiente
recursos humanos, técnicos, económicos, de infraestructura y tiempo en la
productiva satisfacción de las necesidades y consolidación de las metas de los
cinco componentes del Ser humano a nivel personal, familiar y empresarial.
Investigación
científica en el área gerencial en el mundo globalizado
Desde la era agraria hasta la actual era conceptual por la cual
atraviesa el mundo gerencial de las organizaciones, han sido muchos los avances
a los que se ha llegado mejorando no solo la productividad sino las condiciones
en las que las personas laboran, y muchos han sido los factores integrado en la
ecuación de los enfoques sistémico y holístico del gerenciamiento que toman
como aspecto fundamental al ser humano, todo ello se ha logrado es debido a las investigaciones y desarrollo de
enfoques teorías y metodologías producto de dichas investigaciones, que debido
a la celeridad de ideas, situaciones recurrentes, la convicción de la
permanencia del cambio continuo, el impacto de la tecnología e innovaciones,
así como, las nuevas teorías científicas, conllevan a visiones que generan la
sustitución de paradigmas.
Este desplazamiento en los modos de percibir la realidad es
resultado, precisamente, de un quehacer científico investigativo, y que de
manera muy singular ha incidido en la evolución del conocimiento administrativo
y gerencial, y es que a medida que pasaron los años y respectivas eras
administrativa el mercado o las organizaciones se ampliaron en gran manera
debido a que cada vez más las economías emergente focalizaban a mercados
globales, unificaciones de organizaciones para llegar a un número mayor de
países e incluso globalizar el mercado con productos cada vez más llamados de
categoría mundial.
Así se observa que se ha evolucionado, desde las escuelas de la
administración moderna promovidas por Taylor y Fayol, a una diversidad de
construcciones teóricas reflejo de las diferentes adecuaciones a los cambios
paradigmáticos dentro del pensamiento gerencial y administrativo. Donde
confluyen terminologías y posturas opuestas, conceptualizándolas como
postmodernidad, pensamiento complejo, teorías del caos, entre otros.
Igualmente, se da una transición de economía de productos a una de marcas, de
una economía de ofertas a otra de demanda, se coloca el acento en el cliente y
en lo concerniente a la competitividad e inserción en un mercado global.
Ante este panorama es irrefutable la importancia de la
investigación científica en el área de la gerencia y la administración, porque
ésta permite con una debida fundamentación la reflexión sobre la necesidad de
cambios que favorezcan el desarrollo, la productividad en forma eficiente,
eficaz y efectiva, dándole primacía al capital humano. Desde esta perspectiva,
la investigación está obligada a realizar continuamente revisiones de lo
existente. Por su parte las organizaciones de vanguardia dentro de un mercado
global competitivo, buscan involucrarse con los enfoques más actuales,
acercándose para ello a las Universidades, como centros naturales de producción
de conocimiento, pues requieren de su orientación sobre fundamentos para gerenciar y administrar las empresas u
organizaciones, con su praxis y la teoría ofrecida por los investigadores, permitiendo lograr el dinamismo y la sinergia
en la convergencia de estrategias, técnicas y filosofía de acción gerencial.
De allí, que la investigación Científica, en este ámbito
gerencial, construye diferentes escenarios, vías a seguir tanto regulares como
emergentes, establece espacios para la comunicación dialógica que promueva
cambios creativos, dejando sin efecto las conductas reactivas ante los nuevos
tiempos complejos, para así enrumbarse a la evolución de las organizaciones y
el crecimiento de los individuos. Esta contraposición constructiva de las ideas
es la que dinamiza y ha permitido la evolución de la Sociedad
Por otro lado, en este mercado competitivo actual, cada vez más
exigente, la administración y gerencia empresarial buscan permanentemente de
feedback, respuestas científicas que sólo se encuentran en la investigación
estructurada, para poder pasar por un tamiz de novedades que hoy permanecen en
la praxis gerencial y otras que se consideran obsoletas, así como aquellas que
deben innovarse para responder desde el presente a los tiempos por venir, en
este sentido, concilia lo de ayer con lo de hoy y el mañana, alineado todo a
unos objetivos enmarcados en la estrategia corporativa.
Cabría entonces preguntar ¿en qué medida las organizaciones
sumergidas en un interminable inicio y finalización de interacciones o
vinculaciones tanto con el dintorno como con el entorno pueden sobrevivir sin
considerar los planteamientos y resultados producto de una investigación
científica, cuyas premisas son la precisión, visión responsable de la realidad,
postura hermenéutica, contrastación de ideas y validación de la información.
Esta posibilidad podría ser objetable, porque con el aporte de
la investigación científica en el área gerencial y administrativa se buscan
objetivos y metas como utilidad y rentabilidad, generación de divisas y empleo,
satisfacción a las necesidades del consumidor, maximización del valor de la
empresa y sobre todo, en estos tiempos, contribuir al desarrollo de una
sociedad plena de bienestar al crear teorías para la reflexión de un ciudadano
corporativo con sensibilidad a los problemas que presentan las comunidades
donde éstas operan, ello les permitirá cumplir con sus responsabilidades en
forma integral, lo cual repercutirá en el nivel de vida, así como en el
desarrollo de la respectiva sociedad.
Por ello, la investigación científica en el ámbito ya mencionado
igualmente debe fijar sus propósitos atendiendo que el sector gerencial, tanto
del área pública como privada, buscará la creación del valor a través de la
satisfacción del mercado en términos de
calidad, con el aporte incalculable del trabajo de su capital humano,
aprovechando la sinergia para regular la variedad que se origina del sistema
social en una nación determinada para lograr su misión.
Se pudiera concluir que la investigación científica contribuye a
reflexionar de manera consciente tanta variedad y diversidad, explica el porqué
de la coexistencia, convivencia y vigencia de contradicciones necesarias e
inevitables, tanto en las Organizaciones como en la Sociedad, y de esa
manera revitaliza, renueva, repiensa y
reinventa en forma constante a las mismas, para que puedan responder a las
nuevas y recurrentes expectativas y exigencias de los multistakeholders
(públicos de interés donde se incluye a los miembros de la comunidad) y se
determinen los instrumentos a través de los cuales se puede gerenciar la complejidad y establecer las
fortalezas y debilidades previamente identificadas.
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